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ESTO QUE VES
Esto que ves soy yo,
ni más, ni menos.
Un pedazo de SER...
un trozo de humanidad...
un puñado de risas...
un montón de sueños.
Una cuota de locura...
un pedazo de dulzura
con toda mi sinceridad.
Esto que ves, soy yo,
ni más, ni menos.
Una mujer, a veces una niña,
a veces espacio...
a veces infinito...
a veces pasión...
a veces libertad.
Pero así, simplemente así...
así soy yo.
Es todo lo que tengo,
todo lo que soy...
No es mucho... pero es todo.

PODRÉ QUIZAS
Podré, quizás, elevarme al infinito
sin intentar buscar el por qué,
podré, quizás, descubrir mil paraísos
sin averiguar a donde llegaré.

Podré esconderme en el lugar más oscuro
y no descubrir el placer del misterio,
Podré, quizás, devorarme el silencio
y envolverme la distancia sin saber cuán lejos.

Podré saborear el más amargo de los sabores
y tal vez me acostumbre a ello,
podré, quizás, deleitarme de dulzura
y no conocer, jamás, lo dulce a pleno.


SI YO TUVIERA CORAJE
Si yo tuviera coraje
para gritar lo que siento,
y si el mundo me escuchara
aunque sea con desconcierto,
gritaría que estan ciegos
los hombres que destruyen
el mundo con sus manos,
la tierra en que crecieron.
Si yo tuviera coraje
para gritarle al viento
lo que mi corazón lleva
desde hace tanto tiempo,
le pediría que alborote
el planeta con mi acento,
y que lleve mi plegaria
a través de todo el tiempo.
Si yo tuviera valor
pediría que me expliquen
por qué me negaron de niña
la tierra de mis ancestros,
por qué mi emigración
hacia suelos ajenos,
por qué una historia distinta
y no la de mi pueblo.
Si yo tuviera coraje...
y en estos versos lo tengo,
para que escuchen mi voz
las razas de todos los pueblos,
les diría que vive
dentro mío la esperanza
de crear un mundo de amor,
sin guerras y sin miedos.


TIEMPO SIN MEMORIA

Teresa Aburto Uribe
Argentina
Con este poema participo en el tercer Concurso de Poesía de Heptagrama


Te pienso luego de una larga noche,
luego de sombras y espacios fríos.
Te pienso luego de abismos simulados,
luego de silencios largos
y ojos dormidos.
Te pienso... y no estás ausente,
en mi despertar existe tu sombra
que danza pausada buscando su lecho
para aunarse en la realidad escondida
del tiempo sin memoria.
Te pienso luego de larga ausencia,
y es como si tu voz
me llamara a gritos
a reunirme con tu boca,
de la que emana un manantial de sal
perdido entre cielo y rocas.
Te pienso en mi despertar
y mi voz te llama... te clama...
¡Ay! si el tiempo
no fuera un cruel tirano
derrumbando a su paso espacios
dejándolos vacíos,
solo si el tiempo nos diera tregua
para recobrar lo perdido,
podría recuperar mi acento,
y tú, patria mía, podrías de nuevo
tenerme contigo.




UNA TARDE CUALQUIERA
Volveré una tarde de septiembre
con los primeros soles
y las últimas ballenas,
caminaré tus playas
y tus doradas dunas,
me perderé en la bruma
de una tarde cualquiera.
Mi corazón
no habrá partido entonces,
será como no haberme ido nunca,
seré parte de ti otra vez,
te cantaré mis deseos
y me dormiré en la humedad
de tu oleaje blanco,
en el olor a mar sereno,
sobre un colchón de caracolas.
Volveré a caminarte una tarde...
una tarde como esas tantas
en que te he dado mi infancia,
volveré a darte mis sueños,
mi sonrisa, como tantas mañanas
y de mis noches,
las últimas lágrimas.
Volveré a ti,
aunque nunca me he ido,
y seremos otra vez
cielo y mar...
arena y espuma...
profundidad e infinito...

ACASO FUE LA TARDE
Acaso fue la tarde
la que escondió en su penumbra
el sentimiento y lo durmió.

Acaso fue el cansancio
el que envolvió tanta ternura
en un colchón de sueños y lo durmió.

Acaso fue el silencio
el que atrapó al corazón
en un vacío sin ruidos y lo durmió.

Acaso fue el tiempo
el que frenó los impulsos
en un espacio sin formas y lo durmió.

Acaso fui yo
quien invitó a "mí todo"
a aplacar la tormenta y lo durmió.


Nostalgias de Puerto
No sé si es deseo de compañía,
o si es sentimiento de soledad,
o es la misma cosa.
Tal vez lo gris de la tarde
trae la nostalgia y el recuerdo
de aquellas tardes junto al mar,
junto a mi gente, junto a mi amor.
No... no lo sé. Hoy estoy sola.
Un café es mi compañía,
un libro es mi refugio,
un pensamiento es mi estrategia
que hacen de mi soledad un absurdo.
No es soledad de estar sin nadie,
sino de estar lejos,
de estar lejos de lo que quiero;
lejos de lo que amé y que aún amo,
lejos... pero cerca a la vez
porque no lo he olvidado.
Sí... tal vez lo gris de la tarde
me trae tu recuerdo,
mar que añoro ahora,
ahora que estoy lejos,
ahora que tus olas no besan mi piel,
ahora que tu música no gime en mi oído,
ahora que tu profundidad
no es de mis días el misterio.
Mar... a ti te añoro,
amor... a ti vuelvo.


No me quiero ir... 
No me quiero ir, estar apenas,
no quiero volver a la rutina de los días,
solo quiero estar así, quieta, sombría,
callada en mis palabras
para que nadie me advierta.
No me quiero ir, lo he decidido;
me quiero quedar aquí, aunque así no sea,
estaré todo el tiempo, seré el vestigio
de la primavera que se fue,
y de la que aún no llega.
No me quiero ir, ya lo he pensado
pero el no querer a querer me lleva,
necesito soledad solo unos instantes
pues si fuera todo el tiempo
me envolvería en tristeza.
No me quiero ir, no, quiero quedarme
estar siempre enredada en el silencio,
no me quiero ir y tendré que hacerlo
aunque el hacerlo se torne insoportable.


Dulce Soledad
Dulce soledad que me acompañas
y que en las noches te duermes a mi lado,
con tu presencia hueca te recuestas,
y me das entre las sombras tus manos.
Dulce soledad, amiga mía,
no me dueles ni me haces daño,
aprendí a necesitarte y a estar a tu lado.
Dulce soledad, pobre soledad,
nadie te quiere y yo, sin embargo,
te agradezco los silencios y el espacio,
las horas que me escuchas atenta,
y tus ojos y tu cuerpo imaginario.


DÉJAME VOLAR
Déjame volar libre por los prados,
déjame sentir las caricias del viento,
quiero cabalgar encima de una nube
acariciar el sol y perderme en el tiempo.
Déjame escalar la colina más alta,
déjame soñar que estoy sola en la montaña
quiero descubrir un refugio solitario,
quiero conocer de la libertad sus entrañas.
Déjame volar como lo hacen las gaviotas
déjame llegar a la playa más hermosa,
quiero dibujar en la arena mis sueños
quiero dormirme y que me despierten las olas.
Y déjame por fin, caminar con las estrellas
y déjame sentir que soy como una de ellas,
entonces al saber que todo ha terminado
volveré para decirte, lo que quería, he soñado.





RUTINA
De nuevo lo mismo de ayer,
las mismas calles, la misma gente,
la misma sonrisa, las mismas cosas.
Todo es igual, es igual mi nostalgia.
Todo es igual a ayer,
y tal vez todo sea a igual a mañana.
Todo es igual, nada cambia.
El mismo espejo en el que miro mi rostro,
la misma luz que alumbra mi almohada,
el mismo reloj, la misma cama.
Todo es igual, nada cambia.
Un escritorio, un teléfono,
un café a las cuatro,
y para no perder la costrumbre
unas cuantas carcajadas.
Un cumplimiento de horario
y un chau, hasta mañana.
Y de nuevo sola.
Todo es igual... nada cambia.
Nada cambia, porque yo no cambio.


Dame tregua tiempo
Dame tregua, tiempo, dame tregua,
no me apresures a pensar
pasa más lento.
Detén un poco tu paso
y dame un respiro...
no me apures, no quiero perder
espacios ni silencios.
Dame tregua, tiempo, dame tregua,
se me vienen los años
y aún me falta escribir un libro,
tener un hijo... tú sabes,
de esas tres cosas...
solo el árbol me creció,
el libro ya está en camino,
para el hijo falta el amor.



Cómo ansío puerto mío
Cómo ansío puerto mío
poder besar tus tibias aguas,
cómo ansío puerto mío
acariciar la caliente arena
por el sol de enero que se marcha.
Cómo quisiera en esta hora
rosar mi piel en tu espuma blanca,
cómo quisiera hoy, estar allí,
sola en tus doradas playas.
Cómo quisiera mañana, al despertar
estar allí, contigo,
sentir que el mara mi oído canta.
Pero estoy aquí, lejos, sola,
yo y mi nostalgia.
Pero estoy aquí,
encerrada entre muralla,
sin ver tu cristalr
esplandecer bajo el sol,
sin sentir tu calorque entibia mi alma,
sin sentir el rumorde tus olas blancas.
Pero estoy aquí,
lejos de un amor que perdí,
lejos de sus besos y sus miradas,
lejos de sus sonrisas, de sus caricias,
lejos de sentir su voz
que como el viento me acariciaba.
Por eso hoy quisiera estar allí,
frente a tu mar, frente a tus playas,
por eso hoy, pueblo mío,
te recuerdoy quisiera estar contigo mañana.


Ese otro ser
Cierro los ojos, lentamente,
y me sumerjo en un letargo sin tiempo,
silencioso, distante, lejano...
cierro los ojos y me encuentro
con el ser que está en mi interior
lleno de miedos, de preguntas,
lleno de dolores y de angustias,
ese ser que se siente abatido,
que a veces no razona.
Lo observo y con imperante voz
lo invito a que viajemos juntos
por esta vía sin final preciso,
que me ayude a sentirme segura,
que no me hunda con sus miedos,
que no me lleve al abismo.
Cierro los ojos y observo,
el camino del retorno no está tan lejos,
yo no quiero transitarlo,
y ese otro ser que está en mí
me seduce, con gestos de dolor
me invita a recorrerlo una vez más.
Ese otro ser no puede estar en mí,
una vez lo despedí de mi interior,
lo condené a la muerte.
Abro los ojos y descubro que soñé,
que solo soy yo, que no hay nadie más,
que ese otro ser soy yo misma,
solo que decidida a no retornar.


Aquel puerto solo
Aquel puerto solo
que me recibió una noche
sin luna y sin estrellas,
que me cantó con sus olas
una canción de espuma,
y enjugó las lágrimas
de la distancia y el reencuentro.
Aquel puerto solo
que conoció mis diez años
llenos de dudas y preguntas,
que acunó en su mar
mis tardes de nostalgias
que acarició mis noches
con el rugir de sus aguas.
Aquel puerto solo
es mi puerto de hoy,
es el Madryn que me viste
de mar y de cielo,
que me retiene en sus entrañas
y me acuna en su suelo,
que me da caricias de arena
y me cobija en la bruma,
que me ató a su golfo
y a sus estrellas una a una,
que me quitó el acento
para que hable su idioma,
que me enseñó la poesía
para quedar en la memoria
de quienes vienen y se van
y no saben contar su historia.


Andaré los caminos
Andaré los caminos buscando el horizonte
que me indicara mi padre
en las noches de aquel pueblo perdido
en la cordillera de Los Andes,
en las noches de leña ardiendo,
de frío, nieve y chocolate.
Andaré tantos caminos buscando mi vida,
mis afanes se multiplicarán día tras día
y pasaré los años andando distancias
y a cada paso lloraré tu ausencia.
Pero llegará el día, ya gastado el camino,
de dar la vuelta, de mirar al sur de nuevo
y regresar a tu lado,
a descansar los años bajo tu cielo,
a dormir las siestas mecida en tus olas,
a oler tu mar en las tardes de julio
cuando el frío corta el rostro
y la cruz del sur cubre tu cuerpo de mesetas
y el viento acaricia tu cintura de acantilados.
Llegará el día de recostarme de nuevo
en el calor de tus doradas dunas
con los ojos abiertos al cielo de enero,
apretando en mis manos puñados de arena,
acariciando mis pies el oleaje de espuma.
Entonces, cuando salga la luna
y el mar sereno refleje tu silueta iluminada
y los barcos detenidos en tu noche
me inviten a quedarme a la vera de tu costa,
y las estrellas dancen a lo lejos
al compás de un coro de gaviotas,
entonces te daré mi corazón
y se detendrá en vos, pueblo mío,
para siempre, en silencio, dormido.






Algún día me iré


Algún día me iré…
pero aquí quedaré,
quedaré porque soy de aquí,
recordaré cada momento de este lugar,
de este puerto.
Recordaré cada silencio
de este mi mar, mar eterno.
No olvidaré las calles,
tampoco olvidaré el cielo…
no olvidaré la brisa
que le dio paz a mi alma,
que le dio un sentido a mis hechos.
Me iré mañana tal vez,
me iré con tu recuerdo,
con un amor escondido
que solo conoce el silencio,
el silencio que dejaré
cuando pase el tiempo,
el silencio que llevaré
cuando pase febrero,
me iré mañana tal vez,
o tal vez… mañana me quedo.



Al locutor de radio
Cuando el silencio de las noches
envuelve en el descanso
las vidas agitadas
por los trajines del día.
Cuando al alba, al despertar,
los primero rayos del sol
nos anuncian que sigue la vida.
Cuando todo está en silencio
allí están esas voces,
con rostros inventados,
con cuerpos de fantasía,
que transmiten sensaciones
y nos brindan compañía.
Cuando todo está en penumbras
allí estan esas voces,
que amigas del viento y del tiempo
se esconden en los rincones
de corazones solitarios
que buscan esa voz amiga…esa voz…
que con cuerpo imaginario
cruza mares y cielos
para llegar al corazón
de todo el mundo y de cada pueblo.


Podré quizás
Podré, quizás, distanciarme en el tiempo,
Una y otra vez podré dejarte,
En calles solitarias vagar mi cuerpo,
Rastrearé otros cielos para encontrarte.
Tomaré el sol en otras playas,
Oleré el perfume de otros mares.
Mas, todo puede ser posible, es cierto,
Andaré en la distancia y en el tiempo,
Daré mis horas a otra gente,
Rendiré mis noches a otro cielo,
Y mi vida avanzar como siempre, pero…
Nada alejar mi corazón de tu puerto.