domingo, 20 de junio de 2021

En el día del padre: "NO REPITAS HISTORIAS NI TE MUERAS CON TUS MUERTOS..."

"No repitas historias ni te mueras con tus muertos..."

Son dos frases hechas que tienen un profundo sentido y hoy me dan pie para escribir lo que aquí comparto.

Ayer, un poco en broma pero con mucha nostalgia... y algo más, hablábamos con mamá acerca de esta particularidad de "nosotras tres" (mi madre, mi hija y yo) de carecer de la figura paterna. Decíamos "cuánta pobreza de padre hay en esta casa".

Claro, mamá perdió a su padre cuando tenía 12 años, yo perdí al mío cuando tenía 15 y Rocío perdió al suyo cuando tenía 8 meses.

Tres generaciones repitiendo sin desearlo una misma historia de padres que murieron cuando aún éramos muy chicas. Sin embargo, aquí estamos las tres, viviendo la vida como podemos y recordando a nuestros muertos desde lo mejor que fueron como humanos. 

Mamá me crió a mi sola, con todo su amor pero con mucho esfuerzo y yo estoy criando a Rocío con mucho amor también y tal vez con menos esfuerzo, por lo cual tengo enorme gratitud.

Pero lo cierto (en lo que a mi respecta),  es que cuando me saludan por el día del padre y me dicen "para vos también porque hacés de padre y madre..." lo agradezco porque sé que viene de corazón y con amor. Pero yo no me considero padre y madre. 

Yo soy solamente madre, porque no existe modo de reemplazar la figura paterna.

Si fuera así, yo no tendría hoy el nudo en la garganta que tengo y la opresión en el pecho. 

Yo quisiera tener a mi viejo hoy conmigo y verlo disfrutar de mi vida y de su vida. Me encantaría que viera la mujer que soy,  y que vea que mucho de lo que me caracteriza lo aprendí de él, lo heredé de él... que mucho de lo que hago está hecho para honrarlo. Que más allá de su sangre que corre por mis venas... que infinitamente más allá del ADN indiscutible que nos une, yo soy lo que hoy soy porque lo vi hacer cosas maravillosas que marcaron mi crecimiento como ser humano.

De él heredé el sentido del pensamiento colectivo, de que nadie se salva solo. Lo vi compartir la comida de nuestra mesa con los vecinos que tenían menos. Repartía él mismo la comida que mamá hacía en algún pocillo. Si festejábamos algo, no dejaba afuera a los que nos rodeaban, tod@s comían un poco de nuestra torta o de nuestras empanadas chilenas. Llegué a contar más de 100 empandas hechas por mamá, así alcanzaba para los más cercanos a nuestra casa.   

Lo vi socorrer a nuestra vecindad llevando a la madrugada a niñ@s enferm@s al hospital. Lo vi construyendo la escuela donde hice mis primeros grados en aquel Chile de los 70, cuando había esperanzas genuinas para los trabajadores de ese tiempo. Siempre estaba listo para servir y mucho más para luchar.

Lo vi dándole la batalla a sus caídas y sus miserias. Enfrentando sus propios monstruos, buscando sus luces para ser un poco mejor ante mis ojos. 

Lo vi derrotado y triunfante. Lo vi llorar con desgarro y lo vi reír a carcajadas.

Con todos sus defectos, que los tenía y eran mucho, porque mi padre fue quien pudo ser en base a su historia ancestral, para mi fue el mejor, como seguramente cada padre es el mejor para cada hijo o hija.

Si tengo que decir que es lo mejor que recuerdo de él en función a mi, es su cariño demostrado con infinitos abrazos, su manera lúdica de ser, sus boleros cantados después de comer, su orgullo por mis logros. Su búsqueda diaria de mi bienestar.... sus caricias al despertarme para ir a la escuela... yo me hacía la dormida para disfrutar de ese momento y que me diga todo lo que me decía mientras yo dormía y me levantaba en brazos y me llevaba a la cama de mi mamá un ratito más. 

Si tengo que decir qué desearía recordar de él: su VOZ... no la recuerdo y no se imaginan cuántos esfuerzos hago para recordarla y nunca llega su sonido. 

El padre es irreemplazable, no cabe duda. Es esa figura que impone seguridad, cuidado, protección. Es una figura necesaria indiscutiblemente en el desarrollo y crecimiento del ser humano.  

Las madres solas, sea cual fuere el motivo, somos solo madres solas al cuidado de nuestr@s hij@s, y es absolutamente valioso, pero no... no somos padre y madre.

¡Feliz día del padre!


viernes, 28 de mayo de 2021

VOLVER A ESCRIBIR PARA MI ES COMO VOLVER AL SUR

 🙋‍♀️Hola‼️ Cómo están❓Como ya les conté, comencé a escribir de nuevo, y a propósito de lo que acontece, voy a compartir con ustedes algunas cosas que voy pensando en función del nuevo libro que estoy proyectando.

Hace muchos años escribí mi primera novela. A decir de un ex profesor mío de filosofía en la carrera de locución, una saga familiar. Ese libro, inédito aún (es que escribo por puro placer) fue el resultado inesperado de un quiebre en mi vida de aprendiz de escritora. Hasta ese entonces (1991) solo había escrito poesía, una pasión que nació a mis 12 años y que me acompaña hasta hoy.  

En ese año sucedió algo que me ayudó a encontrarme con el estilo de la narrativa. No pude expresar en una poesía todo lo que sentía en mi interior y entonces comencé a narrar… a narrar desesperadamente. Tenía tantas palabras atragantadas y tan poca rima, que se transformó en eso, una novela o saga familiar. Y me encantó escribir así, fue una experiencia que hasta el día de hoy me hace sentir emociones indescriptibles. 

Cuando la terminé de escribir, un año después, quería que alguien  la leyera con mirada crítica. Mi profesor de filosofía de aquel entonces, Héctor, es escritor y me gusta mucho su estilo, pero sobre todo su calidad de profesor y su forma de enseñar filosofía, lo admiro mucho. Lo elegí a él para que la lea. Su devolución fue extraordinaria, me dijo que debía publicarla. Me asustó la idea y le dije que no me gustaría publicar algo sin tener la certeza de poder escribir de nuevo. Así fue como ese escrito quedó entre los archivos de mi computadora y algunas veces lo imprimí para compartirlo con personas que podían valorarlo y disfrutarlo. Aún no ha sido publicado. 

Héctor me dijo que un día iba a llegar otra vez la musa inspiradora, que iba a acumular vivencias, experiencia de vida y que algo, de todo lo que aconteciera en mi camino, iba a convertirse en el tema de mi próximo libro. Y así fue: encontré el tema mientras avanzaba en mis años. De mujeres se trata. De mujeres de mí alrededor. De mujeres con historias poderosas que ante mis ojos y mi alma, sobresalen por alguna razón. Todas diferentes. Todas con diferentes características. Todas con diferentes historias. Todas mujeres.

Escribir es una responsabilidad enorme, al menos para mí, mucho más si se pretende publicar para que otras personas lean lo que a una se le ocurrió contar. También es un enorme desafío, sobre todo cuando se trata de historias de otras personas… de personas reales… de  historias reales.

Espero estar a la altura de cada una de las mujeres que voy eligiendo para que sean parte de todas estas nuevas hojas.

P.D. Si conocen a alguna mujer que sobre sale por alguna valiosa razón y creen que puedo incluirla, me avisan.